Epigenética y diseño: cómo los espacios influyen en nuestra salud
¿Sabías que los espacios que habitamos tienen el poder de activar o desactivar nuestros genes? Este es el asombroso impacto de la epigenética, una ciencia que revela cómo el ambiente y nuestros hábitos influyen en la expresión de nuestro ADN sin cambiar su secuencia. Hoy en día, el diseño arquitectónico y diseño de interiores se enfrenta a un reto clave: no solo crear espacios funcionales, sino también ambientes que promuevan el bienestar físico, mental y biológico de sus usuarios.
1. ¿Qué es la epigenética y cómo se conecta con el diseño de espacios?
La epigenética nos enseña que nuestras experiencias diarias —el aire que respiramos, los materiales con los que interactuamos y hasta los colores que nos rodean— tienen un impacto directo en nuestro cuerpo. Estos factores modulan procesos biológicos clave, como la salud mental, el metabolismo e incluso nuestro sistema nervioso.
Por ejemplo, en ambientes diseñados de manera adecuada, donde se prioriza la iluminación natural, los materiales no tóxicos y los espacios de conexión social, es más probable que los usuarios experimenten reducciones en el estrés y mejoras en el bienestar general. Esto implica que un diseño responsable no solo embellece un espacio, sino que puede contribuir activamente a una vida más saludable.
•87% de nuestro tiempo lo pasamos en interiores
•Lo que magnifica el impacto de estos ambientes en nuestra salud (EPA, 2021).
2. Diseñar para la salud: la vivienda como núcleo del bienestar
La vivienda es uno de los entornos más influyentes en nuestra epigenética. Un espacio habitacional mal diseñado no solo genera incomodidad, sino que puede alterar procesos biológicos como la respuesta al estrés y la calidad del sueño.
Datos clave que respaldan esta conexión:
•El acceso a luz natural puede reducir la producción de cortisol en un 30%, disminuyendo significativamente el estrés (Journal of Environmental Psychology, 2020).
•La calidad del aire en interiores puede mejorar hasta en un 50% la productividad y reducir enfermedades respiratorias (Harvard School of Public Health, 2019).
Por ello, es vital que las viviendas sean diseñadas para ser armoniosas, saludables y sostenibles, integrando aspectos ecológicos, sociales y económicos en equilibrio.
3. Diseños con impacto: cómo los espacios marcan nuestro epigenoma
Una de las contribuciones más fascinantes de la epigenética es la observación de que el entorno puede “marcar” nuestro ADN. Estos “marcajes” epigenéticos, como la metilación del ADN o la modificación de histonas, responden a estímulos físicos, químicos y psicosociales del entorno.
Por ejemplo:
•Colores y texturas: Ambientes con colores neutros y texturas naturales promueven la calma y reducen la fatiga mental.
•Diseño biofílico: Incorporar elementos de la naturaleza en los espacios interiores mejora el estado de ánimo y fomenta la creatividad.
•Espacios adaptativos: Lugares diseñados para la flexibilidad (como mobiliario ajustable y áreas multifuncionales) permiten adaptarse a las necesidades cambiantes de las personas, favoreciendo su confort y productividad.
¿Estamos diseñando espacios que realmente cuidan de nosotros?
La relación entre diseño y epigenética nos invita a repensar nuestros entornos cotidianos. Cada decisión arquitectónica puede influir en nuestra biología, desde cómo gestionamos el estrés hasta cómo dormimos o trabajamos. Si podemos diseñar espacios que fomenten la excelencia en nuestra salud y bienestar, ¿no deberíamos hacerlo?
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¡Hasta la próxima!